Ayer se celebró una jornada informativa y de sensibilización sobre la prevención del cáncer de colon en la Asociación de Sordos de Madrid. 21 personas acudieron a la cita con el Dr. Méndez, del Departamento de Prevención de la aecc JP Madrid. Con la inestimable ayuda de la intérprete que realizó una estupenda traducción simultánea en lenguaje de signos, se expusieron los conceptos básicos de la anatomía y fisiología del colon, haciendo ver la importancia de este órgano del aparato digestivo.

Se dieron datos sobre la incidencia y mortalidad de este tumor, el más frecuente en nuestro entorno teniendo en cuanta ambos sexos. Posteriormente se explicó el concepto de prevención y sus distintos niveles de actuación. Se expusieron los factores de riesgo, tanto modificables como no modificables, que sirvieron de guion para establecer las recomendaciones para intentar disminuir la incidencia del cáncer de colon. Así, una dieta saludable, basada en la pirámide mediterránea, actividad física, consumo muy moderado de alcohol y mejor abstinencia del mismo, dejar de fumar y evitar la obesidad y el sedentarismo. La famosa regla de 5 porciones de frutas y verduras era ya conocida por los asistentes. Después, basándonos en la historia natural del cáncer de colon que prácticamente siempre pasa por un estadio de pólipos, se explicaron las ventajas de un diagnóstico precoz, que logra disminuir la mortalidad por este tipo de cáncer. Se explicaron las técnicas de detección de sangre oculta en heces y en qué consiste la colonoscopia, tanto diagnóstica como terapéutica. Se finalizó mostrando las actividades que la aecc JP Madrid  ha llevado a cabo, como partícipe de la Alianza Contra el Cáncer de Colon, gracias a las aportaciones desinteresadas de los madrileños.

Se estableció un coloquio con los asistentes con variadas preguntas y con el testimonio de una persona que, gracias a una colonoscopia pudo ser tratado de pólipos antes de su malignización. Se acabó dando a conocer los síntomas de alarma que deben hacer acudir al médico, aunque no siempre se deban a patología maligna, como la rectorragia (sangrado por las heces, heces acintadas, cambios del hábito intestinal, dolor o sensación de masa).