Tras 3 años y 6 meses, el pasado 16 de abril defendí mi tesis doctoral titulada “Dietary factors and breast cancer risk in two cohort studies” en el salón de actos de la facultad de medicina de la Universidad de Navarra. El proceso ha sido largo e intenso marcado por el azote de una pandemia mundial y el fin anticipado de una estancia en Boston que, aunque más corta de lo programado, me ha abierto un nuevo camino del cual siento una emoción y gratitud infinita.

Como tal, la defensa duró 2 horas, unos 30 minutos de presentación en inglés de los 7 artículos incluidos en la tesis y una serie de preguntas y respuestas por parte de los cinco miembros del tribunal procedentes de España y de Inglaterra. Tras un agradable turno de preguntas marcado por el buen clima, una serie de comentarios y sugerencias constructivas, algunos relacionados con las limitaciones intrínsecas de los estudios empleados, y el interés por los resultados obtenidos en la tesis doctoral, pasaron a la deliberación final y el posterior anuncio de la calificación de sobresaliente. Tal y como dicta la tradición y la normativa, los 5 miembros del tribunal, de forma anónima e individual, indicaron que era apta para obtener la mención de cum laude.

Con esta tesis doctoral hemos podido valorar prospectivamente la asociación de algunos factores modificables relacionados con la dieta sobre la incidencia de cáncer de mama en el estudio de cohortes español Proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) y en las cohortes americanas Nurses’ Health Studies (NHS) o Estudios de las Enfermeras. Algunos de los resultados obtenidos muestran que el consumo de ácidos fenólicos, presentes en frutas, verduras y café, se asoció con una disminución del riesgo de cáncer de mama postmenopáusico. Por otro lado, una mayor calidad de los carbohidratos también se asoció a un menor riesgo global de padecer cáncer de mama. Además, en las cohortes de las enfermeras, pudimos observar que una mayor adhesión a un patrón alimentario donde se priorizan los alimentos de origen vegetal saludables (frutas, verduras, carbohidratos complejos, frutos secos o legumbres, entre otros) se asoció a un menor riesgo de cáncer de mama, y sobretodo de subtipos agresivos como el de estrógenos negativos. De los 7 artículos presentados, 5 han sido publicados en revistas científicas de alto impacto, 1 se encuentra en segunda revisión y el último está en vías de ser enviado. Además, también he podido colaborar en otros artículos relacionados con la enfermedad, llegando a un total de 21 artículos publicados durante el periodo de disfrute de la ayuda predoctoral. 

Verbatim de agradecimiento AECC

‘’De corazón, quiero agradecer a todos los miembros de la AECC, desde sus trabajadores, hasta los tan importantes voluntarios y donantes, que con su labor, generosidad y dedicación aun en coyunturas como las actuales, van cumpliendo el sueño de jóvenes investigadores que con valentía, esfuerzo y perseverancia dedican su labor investigadora, su tiempo y sus vidas a mejorar el conocimiento sobre el cáncer.

Gracias por vuestra confianza y apoyo para poder desarrollar mi proyecto de investigación sobre dieta y cáncer de mama y ser partícipes de mi crecimiento como investigadora, la prevención del cáncer es posible, y solo con proyectos que persigan este objetivo será posible‘’