Hace 6 años

Buenas tardes. Soy Débora y tengo 27 años. En Septiembre de 2016 mi padre, con 51 años y tras varios diagnósticos erróneos de dolor de espalda de tipo muscular y hasta dispepsia (gases), tuvo que sincoparse debido a los terribles dolores para que le dijeran que tenía un adenocarcinoma pancreático en estadio IV, metástasis hepáticas, mesentericas y una pulmonar... Y claro pues, ahí fue donde se nos paró la vida... Reflexiono sobre qué pasa con los médicos digestivos y los oncólogos aquí en Valencia, no se si en el resto del España... Que adquieren una actitud hermética y poco comunicadora en la que tienes que ir adivinando lo que pasa, las opciones de tratamiento, el pronóstico, etc... A mi me llegaron a dar el papel para que yo misma leyese lo que tenía mi padre... Y no lo acabo de entender... Interminables consultas en las que preguntas al oncólogo cosas y no te responde nada, ningún tipo de ofrecimiento de apoyo psicológico para el paciente o la familia, SOMOS LOS OLVIDADOS, supongo que debido al mal pronóstico general de esta enfermedad.