Hace 6 años

Hola a todos
Seguramente estaréis impacientes por saber más sobre nuestro día a día en las colonias. Perdonad la demora pero ¡lo bueno se hace esperar!.
Como ya sabíais, la noche del martes la pasamos en el bosque porque hicimos bivac. Os preguntaréis qué tal se duerme en plena naturaleza, ¿no?... ¡pues fenomenal!. La verdad es que íbamos muy bien equipados con el saco, las mantas y las esterillas. Por eso dormimos muy bien todos juntitos. Pero, ¡un momento!, esto no da pie a que nos enviéis a dormir en el jardín de casa, ¿ok?.
Nos despertamos muy temprano, recogimos y volvimos a nuestro campo base: Cal Diable. Desayunamos enseguida porque teníamos muchísima hambre y nos esperaba un día repleto de actividades.
A pesar de que el tiempo no nos acompañó demasiado, pues llovió durante parte de la mañana, cumplimos con la Gincana de la Emociones. En esta ocasión teníamos que pescar globos con mensajes en el interior dentro de un cubo de agua. Pero sin caña de pescar ni manos, ¡sino con la boca!. Después teníamos que abrir los mensajes y decidir entre todos los participantes del grupo si se trataba de una conducta o un pensamiento y hallar la emoción que se derivaba. ¡Fue muy divertido observar como los más grandes se peleaban en meter su cabeza en el cubo!.
Para seguir en sintonía con la meteorología los monitores nos prepararon diferentes ¡juegos de agua!. La más divertida fue el tobogán, una bajada a toda velocidad en un plástico mojado en pleno jardín. La diversión fue tal que nos olvidamos del frío y la lluvia.
Después de la comida jugamos algunos al Party, otros a pelota y el resto descansó un poquito. Más tarde jugamos, grandes y pequeños, a distintos juegos populares.
Al ser la última noche en Cal Diable, lo hicimos bien especial. Fue una cena popular, típica de cualquier Fiesta Mayor. El menú estuvo muy bien: butifarra con ensalada y patatas fritas y flan. Nos dejaron beber Fanta y Coca-cola (sí, sin cafeína) y también pudimos bañar las patatas con Ketchup.
Terminada la cena y antes de dar inicio al baile de Fiesta Mayor, todos los grupos representamos la canción del verano con letra y baile acorde con nuestra emoción. Fue muy divertido para el público y algo no tan divertido para algún bailarín y cantante vergonzoso.
Acto seguido empezó el baile. Todos bailamos y bailamos sin parar. ¡Cómo se mueven las más peques!. Nos dieron las tantas de la noche… La guindilla a todo esto fue el baño nocturno en la piscina, una experiencia diferente que nos encantó.
Finalmente, y muy, muy tarde, nos fuimos a la cama. Mañana nos esperaba un día no menos interesante a pesar que las Colonias ya llegaban al punto final.