Hace 8 años

Hola Bea_Ñ,
Totalmente de acuerdo con todas las ideas, que has expuesto tan bien en tu testimonio. Por lo que te doy las gracias por compartirlas. Y al igual que tú, donde quiero ir es: al ámbito laboral. Por lo que permíteme por favor, exponer mi impresión personal al respecto en este testimonio.
En mi opinión, la de un superviviente, para salir del atolladero de nuestra reincorporación al mercado laboral: no podemos contar con la AECC, ya que la respuesta que da nuestra asociación, a los supervivientes es: recomendarte que vayas a pedir un grado de minusvalía, empero no estoy de acuerdo, dado que si la sintomatología que presento, hubiera sido adquirida antes, de mi interrumpida etapa laboral, a causa de un cáncer, probablemente no hubiera acudido a un tribunal médico, pero como estos problemas de salud, aparecieron en una de las fases de una enfermedad crónica, encuentro fundamentos razonables, para poder recurrir a un tribunal médico.
Tengo la impresión de que una gran parte de ésta problemática, está en la valoración de los grados de incapacidad, que realizan ciertos facultativos médicos, a la hora de considerar a un superviviente de cáncer, que acude al tribunal médico, con un único informe que expone: “sin evidencia de enfermedad”, pues parece ser que el médico deduce que no hay nada que valorar.
Por un lado, entiendo que son muchísimos los casos en los que una persona que haya tenido un cáncer, puede superarlo “sin ninguna evidencia de enfermedad” ni tampoco ninguna secuela, y tal vez sea entonces, cuando no haya nada más que valorar. No obstante, estos expertos, no tienen ninguna consideración con las más que probables secuelas que existan a causa de los tratamientos pautados al paciente. Cuando esto sucede tenemos un problema, con muchos evaluadores médicos. Y sospecho que, o son unos perezosos inconscientes e irresponsables o ésta falta de ética profesional, viene incentivada por un Estado que da de comer a unos estómagos agradecidos, a condición de que no valoren ninguna secuela causada por los tratamientos a los que son sometidos los pacientes oncológicos, a fin de que la SS: los amigos del régimen especial de futbolistas, artistas y toreras (Gobierno de España) pueda denegar cualquier resolución, y cuando vayas a pedirles explicaciones: escupan en tu cara, diciéndote: “contamos con que tienes derecho a una valoración, pero si no la reclamas, nos quedamos con tu dinero” literal. Les es igual las condiciones o el lugar las que te estuieras...
Por otro lado, en mi experiencia, he encontrado que la AECC tiene muy acotadas las directrices a llevar con sus pacientes, dejando a un margen: a los que estén” libre de enfermedad”, dado que no cuentan con ningún programa, para la reincorporación laboral: de los Supervivientes. Lo cual encuentro que es un error, pues lo normal en un proyecto: es contar con una entrada y también con una salida.
Esta circunstancia me llama muchísimo la atención, porque si cualquier persona es capaz de relacionar la metáfora, de librar la batalla contra el cáncer, no entiendo qué motivo hay, para que la AECC, por poner un ejemplo,aún no haya tomado buena nota,de la multitud de asociaciones que existen para veteranos de guerra, en las que la razón principal de asociarse es: poder ayudar a los nuevos veteranos a reincorporarse otra vez a la vida civil, y más concretamente al mercado laboral. Pondré otro ejemplo: la primera asociación de veteranos que hubo en Barcelona, en sus comienzos tenían una cama, la cocina y un marco improvisado de unas relaciones laborales, con las que con todo esto, que no es poco, en cuestión de meses, el veterano, gracias a la ayuda de los demás socios: volvía a la vida civil, ( se llaman hermandades).
Sin embargo, lo que sí que tengo muy claro: es que si en esta tesitura, la AECC no cuenta con nosotros, poco podemos esperar de las demás instituciones, ya que si la primera “casa” que nos podría que ampararnos en esta coyuntura, no lo hace.
Y es una lástima, porque la AECC, para el paciente de Cáncer y su familia, dispone de excelentes programas sociales como son los convenios con empresas: para el paciente (reitero otra vez más) de cáncer, pero no para el superviviente.
Resumiendo: hay mucho trabajo por hacer, y como todo en la vida se puede mejorar, pero como muy bien, dice Bea_Ñ: si queremos llegar alguna parte, es mejor que empecemos.

Con la mejor de las suertes, ¡un fuerte abrazo, y toda la suerte del mundo!
Nunca no puedo! Quien resiste gana. No importan como comienzan las cosas, sino como terminan. La esperanza es lo último que se pierde, después del pelo.
Nebur.
Hace 8 años

Bueno, para mí esto no significa el final de la lucha, sino decir "pues allá vamos nosotros". La cosa sería que entre nosotros hubiera un abogad@ que nos pudiera asesorar sobre cómo hacer esto, los límites que se tendrían, la regulación,... yo tengo algo de experiencia en regulación, con lo cual de haber un@ abogad@ entre nosotras, seguro que podría ayudar también. A ver si alguien se anima...

Hace 8 años

la verdad es que agradezco que hayais sacado este tema.. en el caso de incapadidad absoluta entiendo que se valore si esa persona puede ser curada de dicha enfermedad o por el contrario, sea una cura imposible y se pueda tratar como paciende durante un largo periodo de tiempo..

este tipo de aspectos desconciertan porque para el enfermo da mucho que pensar y hay muy poco tacto y mucha desinformación

Hace 8 años

ok totalmente de acuerdo.

Hace 8 años

Hola, Nebur:

Perdón por no contestar (pero no he tenido tiempo para entrar). Totalmente de acuerdo con absolutamente y valga la redundancia, todo lo que has escrito.

Ya no es sólo la enfermedad, sino los efectos de los tratamientos que has llevado. Hablando claro, ¿a cuántos de vosotros la quimioterapia no os ha dejado el estómago tocado de por vida? Porque a mi sí, y no me da vergüenza admitirlo. Y digo eso como puedo decir cualquier otra secuela, sobre todo cuando el cáncer te ha hecho metástasis. Es que parece que "tuviéramos cuento", o "que ya no somos válidos para la sociedad". Bueno, más bien que representamos más carga que beneficio, esa es la pura verdad, y como esto es así, ahí nos las busquemos cada uno. Y la verdad es que es una vergüenza que tengamos que sufrir este tipo de desprotección por parte del sistema, y ya no sólo un enfermo de cáncer, sino cualquier otra persona con una enfermedad.

Y no quiero recriminarle nada a la AECC porque bastante hacen ya, pero el apunte que hago es que hagan un poco de caso a este tipo de peticiones (al menos que veamos nosotros que nos tienen en cuenta), y que miren también por los derechos e integración laboral de los pacientes oncológicos, que no vivimos del aire.

Desde aquí me sumo a lo escrito por Maite y añado: la unión hace la fuerza, por eso, los que entiendan de todo esto, por favor, que nos asesoren y ayuden a hacer algo. Es más, yo soy estudiante de "ciencia política y gestión pública", y me metí en ello para poder hacer algo con lo que estoy diciendo, pues el cáncer llegó a mi a los 19 años, y veo que no hay nada respecto a estas reivindicaciones. Pero sola, (a parte de que aún me falta adquirir muchos conocimientos) no sé qué pasos dar. Necesitamos de gente con experiencia que sepa guiarnos un poco.