Hace 13 años

Hola, en esta ocasion quiero hacer eco de la voz y las vivencias de un amigo. El ha escrito la siguiente carta y la ha enviado a todos sus conocidos y nos ha pedido que la divulguemos.
Este fue el mensaje que recibí junto con su carta y dice asi:
Hola, me gustaría que hicieran llegar los datos adjuntos a todas las personas que conozcas y que quieran luchar conmigo para cambiar algunas cosas.
Hoy día mundial del cáncer me acerque al hospital de La Candelaria y veo que todo sigue igual.
En la consulta de oncologia las personas que allí estaban hablaban de un aparato estropeado, la entrada del hospital sigue cerrada, etc., etc., etc.
Hoy en los medios de comunicación nos hablan de la prevención.
¡Si si prevención si, pero también mas profesionales y mas medios!
Goretti quería que la gente no pasara lo que ella paso.
Saludos y gracias.

Yo simplemente me uno a su causa y hago eco de su voz.
Me llamo José Luís Estévez Ramón y durante veinticuatro años, (13 de casado) he vivido, con Ana Goretti Rodríguez Hernández que falleció el día 26 de Septiembre de 2010 en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria a la edad de treinta y ocho años.
Su muerte se debió a un cáncer de mama que le detectaron hace unos cinco años. Mi mujer llevó su enfermedad muy dignamente haciendo que todos los que estábamos a su lado no sufriéramos con la degeneración de su cuerpo.
Además de ser matrimonio, trabajábamos juntos con lo cual pasábamos muchas horas hablando de la enfermedad, del tratamiento, del hospital y de la gente que trabaja allí.
Me comentaba siempre una frase que hace poco oí en los labios de la Princesa de Asturias estando en Tenerife.
“La Mejor forma de tratar el Cáncer es la Prevención”
Goretti siempre se adelantó a los pronósticos de su enfermedad, desde el día que le salió un pequeño bulto en el pecho y su ginecólogo le dijo que no se preocupara, que seria de la menstruación; ir a otro y decirle lo mismo y no quedar contenta e ir a un tercero que la remitió al hospital viendo que se encontraba muy nerviosa.
Ya en el Hospital con las primeras pruebas nos dijeron que en su mama derecha tenía esa palabra que nunca nadie quiere escuchar. “CANCER”
Salimos de la consulta y por primera vez bajamos en el ascensor, (nos gustaba ir por las escaleras) no nos dijimos nada, sólo nos mirábamos y yo veía en sus hermosos ojos el miedo, la incertidumbre y el qué va a pasar.
Ya en el coche lloramos y después me dijo estas palabras:
“Voy a luchar con todas mis fuerzas y voy a vencer a esta enfermedad”

Empezó el tratamiento de quimioterapia con muchas ganas y no quiso que la enfermedad rompiera su rutina diaria, no dejó de trabajar durante estos años y siguió haciendo de madre, esposa y persona que le gustaba ayudar allí donde hiciera falta.

Se levantaba a las cinco de la mañana el día que le tocaba tratamiento para no coger cola en la autopista del norte, poder aparcar sin problemas y para ser de las primeras en recibir la quimioterapia. (Llegar tarde significaba perder muchas horas y no poder llegar a tiempo a casa y ver llegar a Salomé y Pablo en la guagua del cole e ir después al trabajo en el sur de la isla)
Como mujer lo pasó muy mal el día que le hicieron la mastectomia ya que pensaba que mi relación con ella iba a cambiar. Yo la apoyé siempre diciéndole que solo me importaba ella.
Seguimos en el tiempo poniendo siempre la positividad en nuestras vidas y en la de toda la gente que nos quiere.
Siempre pensó que podía parar la enfermedad o llevarla consigo de una forma que no perjudicara a los que nos encontrábamos con ella.
Un día me comentó que le había salido un bulto junto a la prótesis y preguntando a la cirujana que se la colocó, después de una biopsia vieron que ese bulto tenía células cancerigenas. La operaron y la cirujana que realizó la operación nos comentó que todo había salido bien. Estuvo ingresada muy pocos días y todos nos pusimos muy contentos con las noticias que nos habían trasmitido.
Ella no quedo feliz ya que me comentaba que se notaba un ganglio en el cuello y dolores en diferentes partes del cuerpo.
Nos fuimos al Hospital Universitario de Navarra por nuestra cuenta buscando una segunda valoración y después de dos días con un montón de pruebas los oncólogos nos comentan que el cáncer esta extendido por diferentes partes.
El mundo se nos vino encima, nunca pensé que la cosa estuviera tan mal.
Ella supo lo que se le venia y nunca perdió las esperanzas.
Se aferró a un clavo ardiendo pensando que podía vivir y poder ver crecer a nuestros hijos.
Viéndose cada día peor hablábamos de muchas cosas: de nuestros hijos, de la familia y de cómo poder ayudar a otras personas para que no pasaran lo que estaba ella atravesando.

Días antes de morir me comentó que cambiase mi vida y que dedicara algo de mi tiempo a ayudar y denunciar todo lo que viera mal en el servicio canario de salud.
Me comentaba cosas tan simples como que a la sala de espera de oncologia le hacia falta una manita de pintura, unos cuadros que hicieran la vista mas feliz, un hilo musical que haga que nuestros oídos recojan todo lo positivo que tienen las notas musicales. Unos sillones más cómodos, etc.
También me comentaba por qué las personas que están enfermas con un tratamiento no tienen un sitio digno para aparcar.
Por qué las pruebas tardan tanto en el tiempo, sabiendo que una persona con cáncer se come el coco y la angustia por los resultados y por los nuevos tratamientos no la dejan dormir.
Por qué el hospital siempre esta con reformas. (Ruidos etc.…)
Por qué los hospitales del norte y del sur no estaban funcionando ya.
Por qué los precios en la cafetería no son mas baratos.
Por qué se fuma en el recinto hospitalario.
Por qué ir por urgencias es una lotería.
Etc,etc,etc…
Me comentaba que los profesionales eran muy buenos (médicos, enfermeras, etc.) menos algún garbanzo que no tenia que haber elegido esta sagrada profesión.
Me decía que teníamos que luchar para dotar a esos profesionales con más medios.
Y cómo no, de dotar a nuestro servicio canario de salud, de más profesionales, para así poder conseguir que las palabras que dijo Leticia hace poco tiempo en Tenerife hicieran que los casos de cáncer en Canarias fueran menos.


“La Mejor forma de tratar el Cáncer es la Prevención”
"Ahora ya ha pasado todo, ya no hay remedio para su dolencia.
Ya no hay remedio para nuestra pena.
Ni hay remedio para las miradas interrogantes de mis hijos.
No hay más remedio que aprender a vivir con la ausencia de Goretti.
Lucharé, y muchas personas conmigo, para que se remedie en lo posible todo lo que ella tuvo que pasar, para que otras mujeres jóvenes como ella, madres como ella, esposas como ella, tengan unos métodos de prevención efectivos que alejen cada vez más la fatídica palabra de cáncer de sus vidas cotidianas."
Mi próximo proyecto es un trabajo discográfico en el que todos los beneficios serán para la lucha contra el cáncer y cómo no, para cambiar esas pequeñas cosas.
Cuento contigo.
José Luís Estévez Ramón
DNI: 52822753X
guichofolklele@hotmail.com
Teléfono: 699952611
Hace 13 años

Hola Jose Luis,estoy totalmente de acuerdo contigo en todo lo que nos comentas en tu carta,mi primera operacion de cancer de mama fue en el 2004,despues vendrian los tratamientos de quimioterapia y radioterapia,despues de esa operacion han venido tres mas porque a aparecido otra vez,aun repitiendo otra vez los tratamientos,ahora estoy en periodo de reconstruccion.Tambien me tratan en el Hospital Nuestra Señora de Candelaria.Pienso que faltan muchas cosas en los centros hospitalarios para sentirnos la verdad que un poco mejor,cosas sencillas pero que son muy importantes.Espero ir conociendo como va ese proyecto,un abrazo.

Hace 13 años

Primero unirme al dolor que estas pasando y comentarte que yo sufro y lucho junto con mi marido al que le detectaron un cáncer incurable de páncreas hace ahora 12 meses y esta en momentos muy delicados.

Somos de Santa cruz de Tenerife por lo que aún más me ha llegado tu carta, y acudimos a tratamientos también en el Hospital de la Candelaria

A nosotros nos daban largas desde el médico de cabecera al que acudimos más de un año casi semanalmente para comentarle los dolores y síntomas que tenía y mi marido, siempre nos daba largas, nunca mando realizar pruebas concretas y estuvimos más de 9 meses diagnosticados de diabetes, que resultó ser un cáncer de páncreas y multiples metástasis... Ha luchado y esta luchando pero muy pocas fuerzas le quedan ya.

En cuanto al Servicio Canario de Salud, en su conjunto pésimo, inhumano, intragable las esperas en urgencias.

Ya te digo, llevamos un año acudiendo a urgencias, con ingresos en planta un mes por otro...

Estamos rotos, cansados, angustiados pero seguimos luchando sobre todo por nuestro pequeño de tres años...

Intentaré seguirte la pista y unir mis fuerzas a tu lucha, por Goretti, por mi marido, por todos los enfermos: por los que lucharon, por los que luchan y por los que lucharán.

Mil besos desde mi alma.