Hace 11 años

En mayo 2010 me diagnosticaron cáncer de mama en una exploración rutinaria de cribado. Lo primero que pensé es lo que pensamos todas: ¿por qué a mí? ¿Por qué me ha tocado? Aunque he de decir que no fue una sorpresa total, puesto que 9 años antes me habían diagnosticado en la otra mama una microcalcificación benigna que me extrajeron, y siempre me había quedado ese punto de que quizás... Pero lo peor no fue eso, lo peor fue como decirlo en casa, con mi padre muy enfermo, con oxígeno y entrando y saliendo del hospital cada dos por tres. Eso fue lo peor de todo, tener que decirle que tenía cáncer. A mi no se me cayó el mundo encima, pero a él si. Por eso, cuando empecé con la quimio, tuve muy claro que iba a seguir trabajando (en mi trabajo me dieron todas las facilidades del mundo, muchas gracias), porque si me quedaba en casa, mi padre se me iba. Así, al menos, me veía mal pero luchando y creo que eso se lo hizo más llevadero. Intenté seguir con mi vida de siempre en la medida de lo posible y, sobretodo, ser positiva. La única diferencia eran las siestas que me echaba, yo que nunca había dormido la siesta.
Luego vino la operación y la radioterapia. Y, afortunadamente, estoy bien. Sigo el tratamiento con tamoxifeno, trabajo y hago vida normal. Y el cáncer, por ahora, no ha vuelto a reaparecer, aunque tengo varios casos con metástasis en la familia.
Hace 11 años

wow eres una mujer muy fuerte entiendo tu actitud con tu padre aveces yo tambien tenia qe llevar las riendas para qe mi madre no se me viniera abajo! muxa salud un beso y un abrazo!

Hace 11 años

Hola rosapaula, bienvenida a nuestra red y gracias por compartir tu historia con nosotros. Nos alegramos mucho de que estés tan bien física y emocionalmente, esperamos verte a menudo por aquí. Un saludo.