Hace 10 años

Sr. Director
Mi nieto Carlos falleció de Sarcoma de Ewing, cáncer muy agresivo de niños y adolescentes, el pasado día 14 de diciembre a la edad de 20 años. Durante el pasado año y medio y junto al excelente trabajo y la calidad humana de muchos profesionales, también se produjeron situaciones que creemos que debemos manifestar con el objeto de que no vuelvan a suceder. La primera de ellas es el retraso en el diagnóstico. Tras la aparición de los primeros síntomas y durante meses, el servicio de urgencias del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda y su Centro de Salud se limitaron a prescribirle remedios básicos sin hacer ningún examen en profundidad, cuando ello debería figurar en los protocolos hospitalarios. El diagnóstico precoz es fundamental. Realizado éste, los pacientes deberían ser derivados inmediatamente a médicos y Centros especializados que dispongan de servicio de Oncología Pediátrica, como ocurre en otros países, incluyendo a los jóvenes que como Carlos quedan en tierra de nadie al tener una enfermedad pediátrica mientras son tratados en servicios de oncología para adultos, como fue nuestro caso. Recomendamos a las familias que desgraciadamente tengan que hacer frente a esta clase de situaciones que lo tengan muy en cuenta. Por último y desde un punto de vista humano, tampoco es aceptable que el especialista encargado del caso realizara muy pocas visitas en la fase final de la enfermedad, y ninguna en los nueve últimos días de su vida. Pedimos a los responsables de salud que pongan los intereses del enfermo por encima de otras consideraciones en todos los casos, y ciertamente en los que son tan terribles y dramáticos como el nuestro.
Isabel Abaroa Urriola
Hace 10 años

Hola, PitiG, en primer lugar decirle que siento muchísimo la muerte de su nieto, y aunque no la conozca darle un abrazo muy fuerte que seguro que en estos momentos le hará mucha falta. Decirle que con mi madre hicieron lo mismo, la primera vez después de dos meses de tratamiento, le dijeron que no había nada que hacer, estuvo ingresada 7 días, de los cuales su médico no entró en la habitación, aunque sí llegó a pasar por la puerta varias veces.

Hace 10 años

Siento mucho que hayan pasado por estas situaciones tan injustas. Nadie se merece sufrir cáncer, y menos alguien tan joven como su nieto. Los que formamos parte del proceso de esta enfermedad sabemos lo importante que es el trato que se recibe de los profesionales, en primer lugar para el enfermo, y en segundo lugar, porque los familiares también sufrimos la falta de sensibilidad o profesionalidad hacia los nuestros. Ojalá estos casos desaparezcan algún día, y también esta enfermedad. La lucha continúa.