Hace 6 años

Hola ama, ahora que llevo más tiempo sin tí que el que pasé contigo, me vuelvo a sentir sola muy a menudo, y te vuelvo a echar de menos como antes. Suelo estar triste casi todos los días, como me pasaba hasta hace unos meses.
Hasta ahora me consolaba pensando que aún le tenía ganada la batalla al tiempo porque tu habías estado más tiempo a mi lado, pero la cuenta atrás se acabo hace unos meses, y el tiempo es el que nos ha vencido ahora alejando día a día el recuerdo de ese tiempo de nuestras vidas.
Sigo pensando que no hay derecho para este sufrimiento, para este lamentar, para esta soledad llena de cariño de otros, pero no del tuyo; tampoco hay derecho para esta separación, para tu enfermedad y padecer, para tus heridas, para tus lágrimas.
No hay dinero para pagar tus noches en vela pensando en qué sería de nosotros, en qué nos pasaría, en si te echaríamos de menos, si seriamos felices, si saldriamos adelante, si pensariamos en ti, si alguien nos cuidaría al estar enfermos, si tendriamos consuelo de alguien...tantas preguntas que se hace una madre cuando sabe que se está muriendo, y que deja lo más valioso de su vida aqui y que por primera vez en su vida....no se lo puede llevar allí dónde va.
Cada vez que pienso en que pensarías en todo esto mientras estabamos en casa por las noches viendo la tele, o hablando....o cuando nos acostabas...recuerdo tu cara, pálida por la enfermedad ya visible, y tu voz y tus ojos.....parece que fue ayer.
Dios mio ama, ¿cómo puede ser alguien tan fuerte para vivir día a día con tanta entereza la cuenta atras de su vida?¿y esbozar una sonriza a pesar de todo?.
Suelo pensar en que no me reconocerías si me vieras, después de 13 años la niña que dejaste ha crecido gracias al cariño y dedicación de otros, pero con falta de todo, que lo eres tu.
Las despedidas son muy tristes, y más cuando no sabes cuando volverás a verte: pero, ¿cuando no hay ni una despedida?, ¿ni un „cuídate mucho y sé felíz por mi“? . Entonces, se siente lo que yo, que hay algo pendiente aún, un capítulo de tu vida que no cierras nunca, ni quieres cerrar porque duele tanto decir adios.....
Duele tanto ama no saber lo que pensabas; duele tanto no haber sabido que te estabas despidiendo; que no te lo puedo perdonar. El cáncer acabó con tu vida poquito a poco y tu silencio ha destrozado la mia.
Sé que estás ahí, que no me has dejado en todos estos años, y que me sujetas cuando no puedo más, pero hay momentos en que ni eso me consuela y solo pienso en lo que daría por hablar contigo una hora, abrazarte.........¿ qué es una hora en comparación con casi 13 años robados?.
TE QUIERO AMA, CON TODAS MIS FUERZAS, CON CADA TROCITO DE MI CORAZÓN, AYÚDAME A SER FELÍZ, LO NECESITO.
(Mayo 2004)