Hace 8 años

Cada cicatriz vislumbra una historia que contar: caídas cuando somos niños, corte realizando algún trabajo, problemas de salud… y algunas que no se ven a simple vista, como por ejemplo, el sentir de un gran desamor. Son secuelas tatuadas en la piel que nos traen recuerdos y hacen constancia de que algo nos ha pasado.
Con la llegada de la primavera y el verano muchas de estas cicatrices salen a la luz y cantan lo que los ropajes escondían. Aquí encontraremos a personas deseosas de contar como héroes supervivientes las hazañas por las cual surgieron sus heridas, o por el contrario, otras personas que querrán esconderlas para evitar hacer patente el dolor pasado.
Lo cierto es, que por definición, una cicatriz es una herida curada. Una línea de la cuál sentirse orgulloso, lo importante aquí es seguir en la lucha.
En mi cuerpo existen varias, pero especialmente dos son más pronunciadas (hablamos de más de 25 cm). Ambas son a causa de dos batallas ganadas al cáncer. Y las quiero como tal. No las escondo, no me da miedo lucir un vestido y que ellas aparezcan dibujadas en mi piel, son parte de mi, son bellas conmigo, pues si ellas no estuvieran en mi piel, yo no estaría viva.
Por favor, fijémonos en eso, en su significado positivo, debajo de cada cicatriz sigue un corazón latiendo. Sea cual sea el motivo por el que surgieron, tenemos enfrente una nueva oportunidad.
Cuando fijemos la vista en ellas, seguir mirando, seguir mirando más intensamente, hasta atravesar esa piel que cerraron, pasar la epidermis, pasar de los tejidos, seguir mirando, mirar todas aquellas cosas preciosas que han pasado desde que la herida curo, gracias a ellas esto ha sido posible.
Dedicado a todas las cicatrices que muestran que sigue la vida.
VIVE CADA MOMENTO
Hace 8 años

Lucia! Muy bonita y muy sentida la dedicatoria!!

Es cierto, Gracias a esas cicatrices seguimos aquí, y lo mismo que tú, yo no las escondo, están ahí, y nos recuerdan lo que pasó, pero yo opino, que hay también cicatrices que se podrían haber evitado, es mi caso, sin ir más lejos, y claro que se aprende a vivir con ella, pero también me recuerda que, si las cosas se hubieran hecho bien, yo no tendría un "boquete" por cicatriz. Son errores y de ellos también hay que aprender, como aprendí cuando me hice de pequeña tres cicatrices más, que casi ni se notan.

Un fuerte abrazo, y bienvenida a la familia!!!

Hace 8 años

Gracias OBRA!! y SI!! se aprende! Otro fuerte abrazooooooo!!