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Me llamo Eider, tengo veintiséis años y quiero compartir mi experiencia contigo.
Llega el verano y empiezo a sentirme cansada, con dolores abdominales, perdida de apetito y rectorragias. Presiento que algo no funciona bien dentro de mi cuerpo. Decido ir al medico, me realizan una colonoscopia hallando una neoplasia rectal.
Mi vida está patas arriba en menos de un mes.
El diagnostico es certero, tengo cáncer de colon. Tengo miedo, mucho miedo. No puedo parar de llorar, me siento angustiada y tengo miedo a morir. Se pasan millones de preguntas por la cabeza ¿Por qué a mí? ¿Si solo tengo veintiséis años? ¿Por qué ahora? ¿…?
Pero de repente cambia algo dentro de mí. Seco mis lagrimas y saco la mejor sonrisa que tengo. Decido que no voy a morir, no quiero morir. A mis veintiséis años aún me quedan muchas cosas por hacer, quiero viajar, enamorarme, hacer locuras y sobre todo quiero seguir viviendo.
No estoy segura de qué me hizo cambiar de opinión, pero cogí todas mis fuerzas y decidí afrontar esta enfermedad. Necesitaba ser positiva y confiar en que todo iba a salir bien en aquella operación. Así fue.
El 22 de Noviembre comencé mi primera sesión de quimioterapia. No ha sido fácil, no os voy a mentir. Pero en mi cabeza solo pienso una cosa, ¡Un día menos! Eso es lo que me queda para acabar este proceso que me cansa el alma y el corazón.
Es cierto, cada persona afronta esta enfermedad de una forma diferente, es algo íntimo. Debemos aceptar y digerir la palabra cáncer, el día que lo hagamos seremos capaces de ganar esta batalla.
El cáncer me ha enseñado a luchar, a vivir, a disfrutar de lo que realmente tengo a mi alrededor. Ahora soy una versión mejorada de mi misma.
Por último quiero decirte: Que sí. Que sí que puedes, joder. Que sí puedes con esto, y con aquello y con lo que venga. Eres jodidamente especial. ¡Venga, seca esas lágrimas y sal a comerte el mundo!
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Me pasa igual que a ti, en ocasiones tengo mucho miedo pero en otras me lleno de fuerza y pienso que sí puedo! Sí podemos! Con el favor de Dios saldremos adelante!
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Hola Elder, gracias por compartir tu testimonio. Y enhorabuena por ese ánimo y ese tono tan positivo. Seguro que ayudas a mucha gente con tus palabras. Un abrazo
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¡Gracias Eider por compartir tu experiencia! Me alegra que te lo tomes así y que aprendas tanto de esta situación.
¿Escribes un blog? Si es así me encantaría leerte. Un abrazo!
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Hace 5 años