Hace 10 años

ESTE ARTÍCULO HA SIDO PUBLICADO EN LOS MEDIOS PARA LOS QUE ESCRIBO HABITUALMENTE, PERIÓODICO INFORMACIÓN DE ALICANTE, LA CRONICA VIRTUAL, VILLENA NET.
De la quimioterapia se habla bastante, pero la realidad es que no se sabe mucho sobre ella. Lo que todo el mundo tiene claro, es que da miedo pronunciar esta palabreja, ya que va asociada a cáncer, esta enfermedad tabú, que mucha gente tiene miedo hasta de nombrarla.
La quimioterapia son una serie de fármacos que se emplean para matar (envenenando) o por lo menos intentarlo, a las células cancerosas de las personas que padecen esta dolencia tan de boga en el siglo XXI. Con independencia de que estos preparados farmacéuticos no distinguen entre las células buenas y malignas y cuando entran en nuestro cuerpo por vena u otra vía, van arrasando todas las células que encuentran por su camino, de ahí el alto riesgo de efectos secundarios, que conllevan estos fármacos. Y eso que ahora antes de poner la quimioterapia en sí, te introducen una serie de antídotos, que hacen más llevadero estos tratamientos de específicos farmacéuticos tan agresivos.
La persona que tiene que ponerse quimioterapia, porque padece un cáncer le resulta a nivel físico un drama, pero todavía lo es más, a nivel social, familiar y emocional. Ya que todavía no recuperada del tsunami psicológico, que ha supuesto el diagnostico, de saber que padece esta enfermedad, ahora hay que afrontar estos tratamientos tan agresivos y con tanto estigma social.
Tenemos claro los daños colaterales, caída del cabello, de uñas, falta de apetito, amargor en la boca, llagas, todo tipo de afecciones de la piel, debilidad, somnolencia etcétera. No siempre afecta a todos los pacientes por igual, esto es como una lotería, unos tienen nauseas, otros se les cae el cabello, otros se les enferman las uñas de pies y manos y a otros les produce fatiga o somnolencia, normalmente suele ser así.
A nivel social limita los movimientos de las personas, hay unos horarios para ir al hospital, normalmente los pacientes deben ir acompañados por sus familiares, que si tienen obligaciones laborales tienen que pedir permiso en sus empresas y no todas comprenden este compromiso u obligación. Ya que solos pueden tener alguna dificultad, mareos, nauseas y necesitar de un ser querido, con independencia de todos los profesionales que están alrededor de ellos, asistiéndolos, médicos, personal de enfermería, celadores, etcétera.
La quimioterapia mueve una serie de acciones y obligaciones a nivel social, que para los familiares de los pacientes les pueden resultar difícil de asumir. Si el paciente trabaja, es muy difícil de llevar esta doble vida, hospital y trabajo, son muy malos compañeros de camino y muy difícil de conciliar, sobre todo si están trabajando. Este enfermo necesita la máxima tranquilidad y desterrar el estrés de su vida. El enfermo de cáncer es una persona que necesita de los demás, para poder llevar su dolencia dignamente. Necesita ayuda física, psicológica y sobre todo y por encima de todo, el apoyo incondicional de los suyos, sin este apoyo todo se puede ir al traste.
Cada día que amanece es un mundo, un nuevo dolor, un estado de ánimo diferente, una nueva prueba, un cambio de tratamiento en lo referente a la quimioterapia o radioterapia, un nuevo tratamiento experimental, la visita al oncólogo, la analítica de control, semanal, quincenal, mensual. Hay tantas cosas que hacer, que un paciente necesita una persona, como si se tratara de su secretario o secretaria personal, para que el ejecutivo (paciente) pueda desarrollar su función correctamente, sin que se le olvide ninguna cita.
La quimioterapia es un veneno, pero a la vez, bendito veneno. Es la esperanza de millones de personas, que padecemos esta maligna enfermedad que se llama cáncer. Una vez que los científicos, que están estudiando los nuevos fármacos, descubran, que el específico sepa distinguir, entre las células malignas y las benignas y extermine las células malas, sin deteriorar a las demás, que son las que nos dan la vida. Está enfermedad, será erradicada de una vez por todas de la faz de la tierra y para los humanos será solo, un mal recuerdo, que todos queremos olvidar.
Hace 10 años

Ojalá ese día llegue pronto Manuel y nadie tenga que pasar por lo que estamos pasando.

Hace 10 años

Lo has explicado muy bien, Manuel, y me uno a tu deseo y al de todos los que estamos en esto, de que pronto se descubran esos nuevos medicamentos que no destrocen nuestros cuerpos íntegramente, sino que sólo ataquen a esas células asesinas que intentan hacerse con nuestro organismo. Hoy por hoy, ese veneno llamado quimioterapia, es lo único que tenemos para luchar y mantener la esperanza.

Un abrazo, compañero.