Hace 10 años

Dicen que en la vida tenemos una de cal y otra de arena. A veces parece que solamente nos corresponde siempre lo mismo, lágrimas y más dolor. Mi madre sigue con su tratamiento, lleva ya 10 meses de quimio. La han tenido que cambiar el tratamiento porque ya no la hacía nada. La han subido la dosis de morfina, a partir de ahora tendrá que dormir con aire para que no se ahogue. Ayer estuve toda la tarde con ella durante el tratamiento. Y la veo tan débil, tan triste, tan abatida, tan cansada, tan pequeña. Y yo tengo que esconder mis lágrimas para que solo vea sonrisas y alegría. Sé que tengo una familia por la que tengo que seguir adelante, y lo haré, pero es tan duro que tu madre con apenas 65 años vaya a morirse. Tengo días buenos, otros no tan buenos y dias durísimos, y me imagino lo que debe ser para ella, ver que cada vez está más débil y que cada vez la cosa va a peor. Encima el marido de mi madre actual (que aunque no es mi padre como si lo fuera por el cariño que siempre nos ha demostrado) tiene depresión por la situación, le han detectado diabetes y cada vez le veo más débil y más necesitado de nuestra ayuda. Me siento tan impotente¡¡¡¡
Hace 10 años

Carmen, siento mucho tus palabras, me gustaría que tuvieses buenas noticias para contarnos. Esta vez no sé que decirte, pero te mando un fuerte abrazo, o mejor, muchos abrazos, que en estos momentos falta nos hacen.

Hace 10 años

No sabes como te entiendo. Estoy pasando por una situación similar con mi padre y no dejo de pensar en lo que debe sentir él si los que estamos a su lado nos sentimos tan mal.....No puedo decirte que tengas ánimo por que es muy difícil, a mi me ayuda leer y escribir aquí.