Hace 7 años

Llevo tanto tiempo sin escribir... pero no paro de pensar, nunca, de echo esto hace que casi no pueda dormir y me despierte por la noche y ande cansada y con ansiedad. Hasta hoy.
Ayer por la mañana volví al hospital donde murió mi padre hace dos meses. Era una cosa que necesitaba hacer, compré unas flores y unos bombones, escribí una carta de agradecimiento y los llevé a esa planta maldita del hospital. La planta de los que no vivirán, la planta de donde sólo se sale de una manera... la manera en como salió mi padre.
Mi mirada se paró ante la puerta 1011 dónde falleció mi padre y enseguida buscó a alguna enfermera conocida (pues muchos ya estaban de vacaciones) y que suerte encontrarla! Hablé con las personas que estuvieron a nuestro lado en los momentos más difíciles (enfermeras, auxiliares, médicos...) les di las gracias, recordamos a mi padre organizando reuniones de trabajo en la habitación del hospital, su genio... y después me fui. Me fui y cerré una puerta que tenía que cerrar deseando ver a esas personas que siempre han tenido una sonrisa para nosotros fuera del contexto de la enfermedad y del dolor.
Esta noche he dormido como un lirón, cómo nunca desde la muerte de mi padre había dormido. Creo que la visita al hospital me fue bien y creo que a mi padre le hubiera gustado. Pruebo poco a poco a recuperar mi vida (pero aún no he podido volver a Roma...maldita burocracia!!Malditos bancos!!). No os preocupéis, poco a poco las aguas vuelven a su sitio. Un abrazo a todos los que habéis perdido alguien, sé lo duro que es. Un abrazo a los que sufrís en vuestro cuerpo esta enfermedad. Mucha fuerza a todos.
Hace 7 años

Hola Ireneroma!

Estás en esa étapa tan difícil por la que a algunos nos ha tocado pasar y sólo puedo decirte que ese dolor se mitigará, que llegará un momento en que aceptarás que la vida siempre tiene un final, llegue antes o después.

Creo que has sido muy, muy valiente y esa visita al hospital te hará mucho bien. Yo aún la tengo pendiente, pero no he tenido el valor para hacerlo... no puedo acercarme a esos hospitales, no puedo, aunque sienta un enorme agradecimiento hacia todo el personal que nos atendió. Sabes, al principio, los odié a todos, creí que no hicieron lo suficiente, incluso me odié a mi misma, me acusé de no haber buscado más, de haber consultado más... yo que sé, y ahora, después de un tiempo, he entendido que se hizo todo, todo lo humanamente posible.

Mucha fuerza para llevar ese duro momento, mucha!

Hace 7 años

Hola!

Me alegro muchísimo de que te animarás a escribir. Yo también se lo duró que es perder a un ser querido, pero la vida sigue.

Yo siempre digo, que las cosas hay que hacerlas aunque duelan mucho, muchísimo, porque llega un momento en que se normaliza, sino dejamos cosas sin resolver.

Hiciste muy bien yendo al hospital. Te quitaste una lisa de encima.

Espero que puedas volver a Roma y seguir con los planes que paraste por tu padre. Siempre estará en tu corazón.

Entra de vez en cuando y cuenta nos como vas.

Un abrazo amiga

Hace 7 años

Irene, poco a poco vas pasando el duelo. Esto era algo que para ti estaba pendiente y lo has cumplido. Ahora iras recorriendo tu camino, recuperando tu vida con tu padre en tu corazón porque de ahí no lo mueve nadie.

Un abrazo y suerte con la burocracia

Hace 7 años

Hola Irene guapa,

Solo quería mandarte un gran abrazo.

Hace 7 años

Hola Irene, si sentías que tenías que cerrar esa puerta y que haciéndolo cerrabas la puerta al dolor en cierta forma, pues yo me alegro por tí. Cada uno vive el duelo de una forma y necesita vivir situaciones que le ayuden a empezar de nuevo sin sentirse mal, sin sentirse culpable y rompiendo con cadenas pesadas que se quedaron ancladas en el alma... tú lo has hecho y te has liberado, y yo te felicito por tener el valor de hacerlo, en lugar de quedarte instalada en la angustia. Tu padre te sigue, te acompaña y te abre la puerta al horizonte, y te dice que vueles, que la vida te espera y Roma... o cualquier ciudad que quieras, lo importante es que quieras vivirla. Mucha suerte amiga, que seas feliz.

Hace 7 años

Irene,esa puerta que cerraste probablemente cerró de alguna manera la herida que dejó la muerte de tu padre. Ahora te queda la cicatriz, que nunca desaparece pero que se desdibujará con el tiempo. Se aprende a vivir con ello, te lo digo por experiencia. Su ausencia, que al principio parece insoportable, se va convirtiendo en un dulce recuerdo que nos lleva a sonreír cuando los recordamos. Y nos acompañan, siempre estarán ahí. Mientras los recordemos no morirán nunca..

Hace 7 años

Hola, me alegro mucho de que te sientas un poquito mas aliviada, el dormir bien es muy buen síntoma. A veces, necesitamos dar ese paso pendiente para poder continuar. A mi me pasó que en el funeral de mi padre, se me quedó la espinita clavada de haberle leído una carta, unas palabras de agradecimiento por toda su vida junto a nosotros, decirle lo importante y especial que ha sido es y será en nuestra vida. Justo a los 2 meses de bajarse del tren de la vida, sus amigos de siempre, le hicieron una misa y ahí lo hice, aproveché la ocasión que me brindaron y leí una emotiva carta. Terminó con una gran ovación y aplausos, no buscaba eso, pero sentí que era algo que tenía pendiente con mi padre y me quedé muy a gusto.

Un abrazo enorme y a seguir, duele mucho, muchísimo, pero el tiempo nos hace el dolor mas llevadero.

Hace 7 años

Hola Irene preciosa, siempre me acuerdo mucho de ti. Me alegro de que esto te haya traído un poco de paz interior y que puedas dormir un poco mejor. Quizá sea una parte del duelo superada entonces... yo también envié bombones al personal del hospital porque se portaron chapeau con mi padre y también con nosotros, pero no se si me atrevería a ir aún al hospital... espero que pronto puedas volverte a Roma y volver a tu rutina, yo creo que eso, sin que por supuesto signifique que tengas que olvidar a tu padre, va a ayudarte también mucho. Qué tal va tu hermano? ya nos vas contando guapa, un abrazo enorme!!!!

Hace 7 años

Hola Irene!!

Deseo que pronto puedas recuperar tu día a día.

Tu padre siempre seguirá en tu mente y en tu corazón toda tu vida.

Te envío un fuerte abrazo.