Hace 10 años

Cierra los ojos. Respira. Tranquilo.
¿Sientes esos nervios, esa preocupación dentro del estómago? Se llama miedo. Y es de las peores sensaciones que hay en el mundo.
No obstante, es increíble cómo nuestro cuerpo es capaz de hacer físico, algo abstracto como lo es el miedo.
¡Qué fuerza! ¡Qué energía más extraña! ¿De dónde sacaremos tanta fuerza para trasladar un pensamiento a nuestro estómago?. Es una sensación extraña; duele la boca del estómago, y cuando lo piensas sube un frescor por nuestro pecho que casi llega a la garganta y nos da la sensación de haber recibido un susto apenas segundos antes.
Estarás harto de escuchar que es normal. Yo no creo que sea para nada normal, porque lo normal es no sentir nada.
Para mí, a pesar de lo amarga que es esta sensación, considero este miedo y este dolor de estómago como una llamada de nuestro propio cuerpo, que entiende cómo estamos y nos manda un recordatorio involuntario para que sepamos, de vez en cuando, que no nos encontramos seguros. Que tenemos miedo.
Para mí, de nuevo, esto se traduce en energía. Es la misma energía que nos hace levantarnos cada mañana y seguir luchando. Es una energía capaz de despertar en nosotros un estado de ánimo. El miedo, tan huido, es nuestra propia dosis de ánimos. Tu cuerpo te comprende, y se preocupa igual que tu pensamiento. ¿ No es increíble?
El miedo, la incertidumbre... son en realidad los efectos secundarios de la gran esperanza ,que aunque no te des cuenta ,estás poniendo en ti. Una gran fuerza que hace que luches involuntariamente y que hasta es capaz de traer la esencia del miedo a tu propio cuerpo.
Tranquilo. Respira. ¿Lo sientes?
son los nervios. Afluentes del gran río de esperanza que baña tu vida en este momento. Tu vía de escape. Tu miedo. Un gran río con una fuerza extraña, que conecta la realidad con lo físico, y que a la vez se esconde en forma de pinchazos en lo más inalcanzable de nuestro pecho. Llamadas de la realidad para que sigas luchando. Recordatorio de ti para ti de que te amas... Y de que quieres seguir luchando.
Un gran río, lleno de fuerza y energía, y rodeado por amplios campos de esperanza.
Hermosos campos... de color verde, por supuesto.
Hace 10 años

Gracias

Hace 10 años

Que buena reflexión, me gusta como lo describes. En estos días no he podido ver que el miedo pudiese ir más allá de la tristeza.

Hace 10 años

No pretendo ser condescendiente ni frio pero despues de tanta parrafada... y no espero que me contestes ya que lo ideal seria que tu seas consciente de lo que se te viene encima y nada mas. ¿Como te sientes? Porque es muy facil hacerse el duro y pecar de mistico. La verdad es que todos estamos jodidos y aqui podemos decirlo abiertamente sin ser juzgados. No te enfades conmigo, solo quiero ayudar y si no lo consigo lo siento mucho. Un abrazo

Hace 10 años

Pues realmente, huertas, no me has ayudado mucho. Escribí este testimonio porque creo que he podido entender mis sensaciones después de lo que me ha ocurrido y como tú bien has dicho aquí podemos expresar lo que deseemos... Si te sirve a ti de ayuda, no creo que tú ayudes mucho desfigurando y juzgando los pensamientos de los demás. Siento que te haya parecido místico, pero que no se te olvide que esto no es el foro de comentarios de un artículo del periódico y puede ofender tu criterio. Lo siento, es mi reflexión y de alguna manera aquello que me ha ayudado a seguir adelante. No te enfades tú conmigo. Yo solo quería compartirlo porque para mí, el miedo ha sido lo peor y creo que hay que encontrarle la casa positiva al enemigo. Un abrazo