Hace 6 años

Hace más de un año diagnosticaron a un familiar de un cáncer colorrectal. Fue un golpe muy duro para todos, pero a pesar de ello, ello fue el empujón final a hacerme voluntaria. Lo primero que me dijeron es que si estaba segura, que me lo pensara bien y demás. Pero yo lo tenía muy claro. Y dentro de ello, quería centrarme en un colectivo aun más, si cabe, vulnerable: los niños.
Llevo ya más de 6 meses como voluntaria y sólo puedo decir que, a pesar de la enfermedad, la entereza y la fortaleza con la que los chic@s afrontan dicho mal es digna de mención, porque a pesar del cansancio y de la mala gana que se puede llegar a tener entre tanta quimioterapia, radioterapia u otro tipo de tratamiento, ellos siempre sacan una sonrisa. Y además, son de lo más agradecido. Así como el agradecimiento de los papis que están todo el día al pie del cañón, sin un momento de descanso. Para eso estamos nosotros, y lo hacemos con verdadero gusto, porque realmente se lo merecen.
Muchas gracias por dejarme formar parte de esta gran familia que es la AECC, gracias a vosotr@s por hacerme comprender y entender las cosas realmente importantes, dejando a un lado todo lo prescindible.
Hace 6 años

Enhorabuena por encontrar ese camino y que muchos acaben siguiendo tus pasos. Gracias a ti por tener ese espíritu de colaboración