Causas del cáncer de ovario

El cáncer de ovario, como otros tumores malignos, se produce como consecuencia de una acumulación de alteraciones genéticas que causan un crecimiento y proliferación incontrolada de las células epiteliales, pero continúan sin conocerse las causas que inducen dichas alteraciones. 

Un factor de riesgo es todo aquello que aumenta la probabilidad de padecer una enfermedad, como el cáncer. Los distintos tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Algunos factores de riesgo, como el fumar, pueden cambiarse. Otros factores, como la edad o los antecedentes familiares, no se pueden cambiar.

El tener uno o varios  factores de riesgo, no necesariamente significa que se padecerá la enfermedad. Además, puede que algunas personas que llegan a padecer la enfermedad no tengan ningún factor de riesgo conocido. 
Varios estudios epidemiológicos han identificado algunos factores que podrían aumentar el riesgo de la enfermedad:

  • Existen algunos estudios que indican que una dieta rica en grasa y la exposición al talco son factores de riesgo, sin embargo no se dispone de estudios concluyentes.
  • En cambio si que se conoce la relación del cáncer de ovario con algunos factores hormonales y factores relacionados con la reproducción. Así, las mujeres que no han tenido hijos tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. En cambio, el riesgo de padecer cáncer de ovario disminuye en aquellas mujeres que han empleado anticonceptivos orales.
Causas del cáncer de ovario. ¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

 

¿Cuáles son los principales factores de riesgo del cáncer de ovario?

Los factores de riesgo del cáncer de ovario epitelial que aumentan el riesgo de padecerlo son los siguientes:

  • Edad.
  • Factores hereditarios.
  • Tratamientos hormonales.
  • Lactancia.
  • Sobrepeso y obesidad.
  • Ausencia de embarazo.
  • Mala alimentación.

A continuación, explicamos mas detalladamente cada uno de estos factores.

Edad

Como en la mayoría de tumores, el riesgo de padecer cáncer de ovario aumenta con la edad. El cáncer de ovario es infrecuente en las mujeres menores de 40 años, y la mayoría de los cánceres ováricos se desarrollan tras la menopausia. La mitad de todos los cánceres de ovario se encuentran en mujeres de 63 años o más.

Tratamientos hormonales

Los tratamientos hormonales previos también son un importante factor a tener en cuenta: mientras que los anticonceptivos orales (OC) protegen contra esta enfermedad (se estima hasta un 50% menos de incidencia en aquellas mujeres que han tomado anticonceptivos 5 o más años), la terapia hormonal sustitutiva (THS) administrada durante la menopausia parece que aumenta el riesgo. El riesgo parece ser mayor en mujeres que sólo reciben estrógeno (sin progesterona) por muchos años (al menos 5 o 10). Es menos claro que haya un riesgo aumentado para las mujeres que reciben tanto estrógeno como progesterona.

No está claro que el tratamiento para la fertilidad con fertilización in vitro (IVF) pueda aumentar el riesgo de tumores de ovario.

Lactancia

La lactancia está relacionada con una disminución del riesgo de cáncer de ovario. Mientras más tiempo se amamante, más disminuye el riesgo de cáncer de ovario. Las mujeres que amamantan durante por lo menos 8 a 10 meses reducen más el riesgo de cáncer de ovario.

Sobrepeso y obesidad

Según estudios actuales no está claro la relación entre cáncer de ovario y obesidad. Sin embargo en mujeres con un índice de masa corporal de al menos 30 pueden presentar un mayor riesgo de padecer cáncer de ovario, aunque no los subtipos más agresivos. 

Ausencia de embarazo

En diversos estudios se ha observado que las mujeres que han tenido varios hijos (multíparas), tienen menos riesgo de desarrollar cáncer de ovario que las que no han tenido hijos (nulíparas).
La razón por la que se produce esto no es del todo conocida, aunque parece que tiene relación con el número de ovulaciones que se produce a lo largo de la vida de la mujer. En cada ovulación, al salir el óvulo del ovario se produce una pequeña cicatriz que tiene que repararse y que favorece el que se produzca una alteración celular. Las multíparas tienen menos cicatrices porque durante el embarazo no se producen ovulaciones.

Alimentación 

No está claro que una alimentación rica en frutas y verduras y pobre en grasas y carne roja reduzca el riesgo de cáncer de ovario. Sin embargo, una alimentación saludable puede ayudar a prevenir otras enfermedades, incluyendo algunos otros tipos de cáncer.

¿Es posible la prevención del cáncer de ovario?

Es importante tener en cuenta que no existe en la actualidad ninguna manera de prevenir la mayoría de los cánceres de ovario, ya que muchas mujeres presentan algún factor de riesgo de cáncer de ovario y no quiere decir que lo vayan a padecer a lo largo de su vida.

Hay que tener en cuenta que los factores de riesgo incrementan mínimamente la probabilidad de cáncer y en la mayor parte de las ocasiones no explican su incidencia. Por tanto modificaciones en estos factores reducen el riesgo de padecer cáncer de ovario sólo ligeramente.

Cáncer de ovario hereditario

Alrededor del 20% de los cánceres de ovario son hereditarios, asociados en la mayoría de casos a mutaciones de los genes BRCA 1 y BRCA 2.

Estos genes forman parte del grupo de “genes supresores de tumores” y contienen la información para la producción de unas proteínas implicadas en la reparación del ADN y por tanto en el mantenimiento íntegro del genoma.

Es importante destacar que no todas las mujeres con mutaciones de BRCA van a desarrollar cáncer de ovario o mama. Asimismo, existe la evidencia de que las pacientes portadoras de estas mutaciones tienen una mejor supervivencia. 

Es importante también mencionar que un 40% de las mujeres diagnosticada con cáncer de ovario y mutación BRCA no tienen antecedentes familiares. 

Existen otros síndromes que también incrementan el riesgo de cáncer de ovario, entre otros: 

  • Síndrome de hamartoma tumoral PTEN o  enfermedad de Cowde, se asocia además a cáncer de mama, tiroides y endometrio. Se produce por  mutaciones en el gen PTEN.
  • Cáncer colorrectal hereditario sin poliposis o síndrome de Lynch: las mujeres con alteración en genes como MLH1, MLH3, MSH2, MSH6, TGFBR2, PMS1, y PMS2, presentan hasta un riesgo del 10%de cáncer de ovario y se asocia con un riesgo muy elevado de cáncer de colon y endometrio.
  • Síndrome Peutz-Jeghers. Es muy infrecuente y se asocia además del cáncer de ovario con un riesgo incrementado de padecer tumores del aparato digestivo 
  • Las mujeres con síndrome de Li-Fraumeni o con  ataxia-telangiectasia también pueden tener un riesgo ligeramente mayor de desarrollar cáncer de ovario. 

Que hacer en caso de tener antecedentes familiares de cáncer de ovario o mutación BRCA

Si los antecedentes familiares indican que una mujer podría tener un síndrome asociado con un alto riesgo de cáncer de ovario, sería recomendable acudir a una unidad de consejo genético, que tras revisar los antecedentes personales y familiares de la paciente, decidirá si es necesario realizar un estudio genético que permite detectar si presenta una de las mutaciones genéticas que está asociada con un mayor riesgo de cáncer de ovario.
En aquellas  mujeres que tienen mutaciones BRCA1 o BRCA2 se puede considerar la extirpación de los ovarios y las trompas de Falopio (una salpingooforectomía bilateral) para reducir el riesgo de cáncer de ovario antes de que incluso se sospeche clínicamente. Esta intervención reduce de manera importante el riesgo de cáncer de ovario, pero no lo elimina por completo, ya que estas mujeres tienen un mayor riesgo de carcinoma peritoneal primario. 
El riesgo de cáncer de trompa de Falopio también es mayor en las mujeres con estas mutaciones en BRCA1 o BRCA2.  Por lo que se recomienda que a las mujeres con alto riesgo de cáncer de ovario se extirpe, además de los ovarios, las trompas de Falopio (salpingooforectomía).
Se ha observado una reducción importante del riesgo de cáncer de mama en mujeres premenopáusicas con mutaciones del gen BRCA a quienes se les extirparon los ovarios.
En estas pacientes el riesgo de cáncer de ovario se reduce hasta un 95%, y el riesgo de cáncer de mama un 50% o más.