Causas del Linfoma no Hodgkin

En la actualidad, no se conocen de forma clara las causas que originan el linfoma no Hodgkin, por lo que no hay medidas de prevención precisas que sirvan para evitar la aparición de la enfermedad. La adopción de hábitos saludables puede ser beneficiosa para las personas, pero como parte de los cuidados de promoción de la salud esenciales para cualquiera.

¿Cuáles son los factores de riesgo del linfoma no Hodgkin?

Sin embargo, se han identificado una serie de factores o enfermedades que pueden hacer que la probabilidad de desarrollar un linfoma no Hodgkin sea mayor. Entre ellos, se encuentran:

  • Edad: Aunque el linfoma no Hodgkin puede presentarse a cualquier edad, el riesgo de padecerlo aumenta durante toda la vida, de forma que más del 50% de los pacientes tienen 65 años o más en el momento del diagnóstico.
  • Determinadas infecciones (virus y bacterias): La infección por algunos virus se ha asociado con una mayor predisposición de sufrir linfoma no Hodgkin, aunque ninguno de ellos es un agente causal directo de la enfermedad. Entre ellos destacan el virus linfotrópico de células T humanas (HTLV-1, asociado también a una mayor probabilidad de sufrir leucemias), el virus de Epstein-Barr (VEB), los virus de la hepatitis B y C, determinados herpesvirus humanos (HHV-8) y especialmente el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH, agente causal del síndrome de inmunodeficiencia adquirida o SIDA), que se relaciona frecuentemente con el desarrollo del linfoma de Burkitt. Por su parte, la infección por bacterias como Helicobacter pylori o Campylobacter jejuni también se ha asociado clásicamente al desarrollo de algunos tipos de linfoma no Hodgkin como el linfoma asociado a mucosas (MALT), específicamente en el estómago o el intestino delgado respectivamente.
  • Presencia de un sistema inmune debilitado: El desarrollo de enfermedades como el SIDA o el tratamiento con determinados fármacos que buscan disminuir o debilitar el sistema inmune (agentes inmunosupresores) ante circunstancias médicas concretas como un trasplante (evitando así el rechazo del órgano trasplantado) pueden aumentar el riesgo de sufrir LNH. 
  • Diagnóstico de enfermedades autoinmunes: Entre ellas destacan el luplinfoma no Hodgkinus eritematoso sistémico (LES), la artritis reumatoide o el síndrome de Sjögren.
  • Exposición a factores medioambientales (como los herbicidas e insecticidas) o tratamientos utilizados para tratar otras enfermedades (incluidos otros tipos de cáncer) como la quimioterapia o la radioterapia.
  • Antecedentes familiares: Los pacientes con un familiar de primer grado con linfoma de Hodgkin o no Hodgkin tienen un mayor riesgo de padecer linfoma no Hodgkin a lo largo de su vida.

 

Este contenido ha sido revisado por la Dra. Sara Alonso Álvarez:

  • Hematóloga clínica / Sección Citogenética Hematológica
  • Servicio de Hematología y Laboratorio de Hematología (Área de Gestión Clínica del Laboratorio de Medicina)
  • Hospital Universitario Central de Asturias