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¡SÉ UN HOMBRE! VIGILA TU PRÓSTATA

El cáncer de próstata a pesar de ser el más frecuente en hombres no es de los tumores que más se habla y, en general la población masculina tiene poca información sobre él.

 

Derribar estas barreras culturales podría ser de vital importancia, dado que el cáncer de próstata tiene un buen pronóstico si se detecta a tiempo.

ANTE EL CÁNCER DE PRÓSTATA: NO BAJES LA GUARDIA

DURANTE TODA LA VIDA, CUÍDATE

El cáncer de próstata no se puede evitar pero sí  es fundamental las revisiones periódicas urológicas, especialmente a partir de los 50 años, que permiten diagnosticar el cáncer en esta localización de manera precoz y, por lo tanto incrementar la probabilidad de curación.

A PARTIR DE CIERTA EDAD, VIGILA

La edad es un factor de riesgo importante ya que la mayor parte de los diagnósticos se realizan a partir de los 50 años, aumentando el número de casos a partir de los 65 años, excepto algunos más tempranos debido a factores de riesgo como, por ejemplo, tener antecedentes familiares directos (padre o hermano) o alteraciones genéticas.

Independientemente de la edad, si aparecen determinados síntomas se debe acudir al médico para realizar pruebas que permitan concretar la causa de los mismos, ya que muchos de estos síntomas también aparecen en enfermedades benignas de la próstata. 

 Los signos de alerta a tener en cuenta son: 

  • Incapacidad para orinar pese a tener ganas o sensación de que no se ha vaciado la vejiga por completo. 
  • Dolor o escozor durante la micción. 
  • Necesidad de orinar con mucha frecuencia, tanto de día como por la noche. 
  • Expulsión de sangre por la orina o por el semen. 
  • Flujo de la orina débil o intermitente. 
  • Urgencia repentina por orinar. 

Presentar uno o algunos de estos síntomas no implica necesariamente tener un diagnóstico de cáncer de próstata, pero se aconseja ir al médico cuanto antes para conocer la causa exacta.

SI TIENES CÁNCER DE PRÓSTATA O ALGUIEN CERCANO A TI…

Dependiendo de cada caso y del tratamiento, pueden aparecer efectos a largo plazo en la función sexual. Es fundamental solicitar toda la información al médico sobre las secuelas antes de elegir el tratamiento. Después del tratamiento se realizarán revisiones periódicas orientadas a detectar de forma temprana una recidiva local o aparición de la enfermedad en otros órganos.