Errores a evitar en una entrevista de trabajo

Cuando participamos en un proceso de selección, uno de nuestros objetivos principales debe ser llegar a mantener una entrevista con nuestro empleador. 

 
Una entrevista es, al fin y al cabo, una reunión entre dos partes en la que el fin es averiguar si puede existir una afinidad entre ambas, es decir, si soy la persona que necesitan e intentar demostrarlo y, por otra parte, si la vacante y la empresa son lo que yo necesito y estoy buscando. 

Para ello, a continuación enumero una serie de errores que te aconsejo que procures evitar para conseguir que la entrevista sea lo más fructífera y exitosa posible. Estos son: 

  1. Hablar demasiado e interrumpir: escucha a tu entrevistador y mantén una conversación equilibrada donde ambos tengáis una participación repartida. Deja que sea la otra persona quien marque los tiempos y los ritmos de interacción en cada momento. Por supuesto, exprime todos tus momentos para enfatizar aquellos aspectos que te convierten en un buen candidato/a para el puesto. 
     
  2. No contestar a lo que se plantea: en la mayoría de ocasiones, las entrevistas son preparadas por los profesionales e intentan concentrar en ese tiempo los aspectos qué les interesa conocer, saber y clarificar sobre ti. Por esta razón, intenta siempre contestar a lo que se trata y no des vueltas sobre ideas que no estén relacionadas con lo que se plantea. 
     
  3. No preparar la entrevista: es importante ir a la entrevista preparado ya que nos aporta seguridad y confianza en nosotros mismos y nos garantiza aprovechar el tiempo al máximo. Esta preparación conlleva dos partes: 
     
    • Conocer la empresa, la vacante y a mi entrevistador: repasa toda la información que puedas obtener sobre la empresa, la vacante e incluso la persona que te va a entrevistar. En la actualidad, gracias a la red, tenemos fácil acceso a estos aspectos que en un momento dado puede jugar a nuestro favor en el transcurso de nuestra reunión.
       
    • Repasar tu experiencia y preparar tu presentación: recuerda siempre repasar tu CV y las distintas experiencias que has tenido para que puedas tener dominio sobre ello y que los nervios no te jueguen una mala pasada. Repasa los puestos, las funciones, las empresas, los cambios de compañía e incluso los tiempos de desempleo que puedan aparecer en el mismo. Además, prepara tu discurso de presentación y pon en valor todos aquellos puntos que te hacen ser un profesional diferente y cualificado. Confecciona una lista de logros y éxitos siendo autocrítico y sincero contigo mismo.
       
  4. Criticar a tus jefes, tus compañeros o empresas anteriores: evita siempre hablar negativamente de tus anteriores experiencias ya que puede exponerte a una situación delicada sin necesidad de ello. No sabemos a ciencia cierta que relación existe entre nuestro empleador actual y cualquiera de esas personas que podamos mencionar, por lo que es mejor evitar este tipo de discursos. 
     
  5. Fallos de lenguaje no verbal: a la hora de saludar, deja que sea la persona que te recibe quien marque la lejanía o cercanía en el trato y responde de la misma forma. Por otra parte, recuerda respetar el espacio vital de la otra persona, mostrar interés con la postura de tu cuerpo y, sobre todo, ¡sonríe!. 
     
  6. No cuidar el Dress Code (código de vestimenta): no se trata solamente de ir siempre excesivamente arreglados sino de adaptar nuestro aspecto a la filosofía de la empresa a la que nos presentamos. Para ello, puedes indagar en sus redes para conocer que imagen de marca quieren trasladar al exterior. 
     
  7. Preguntar si soy el candidato elegido: en un proceso de selección seguramente no seas la única persona entrevistada para el puesto. Esto implica que el seleccionador, con toda la información recogida tendrá su propio período de análisis, reflexión y toma de decisiones y será en ese momento, y no antes, cuando valore si eres la persona adecuada para el puesto.  
     
  8. Falta vs. exceso de puntualidad: tanto llegar tarde como llegar excesivamente pronto pueden ser factores que jueguen en nuestra contra. Si llegas demasiado pronto, intenta esperar fuera del edificio ya que seguramente la persona que te atienda tendrá la agenda organizada para atenderte a la hora que te ha citado. Si llegas tarde, procura siempre avisar de tu tardanza y dar un motivo para ello. Lo ideal es intentar llegar al lugar concreto unos 5 minutos antes de la hora citada. 
     
  9. Mostrarse apático y con falta de interés: uno de los aspectos que se valora en una entrevista es la motivación hacia el puesto. Dar una imagen de falta de interés y ganas puede evaluarse como negativo ya que si estás ante un proyecto que no te atrae tampoco vas a poder dar el potencial que hay en ti.  
     
  10. Falsear información personal: ten cuidado con mentir o engañar en la entrevista de trabajo ya que al fin y al cabo, tus circunstancias vitales son las que son y en cualquier momento puede descubrirse que no has sido claro en tus respuestas restándote credibilidad para el presente y futuros puestos. 
     
  11. Realizar preguntas inadecuadas: en el transcurso de las entrevistas, suele darse tiempo para que puedas plantear aquellas dudas que te puedan surgir. Intenta siempre que sean relevantes y coherentes, no se trata de preguntar por preguntar sino de preguntar aquello que realmente te supone una inquietud.

Como conclusión, sí que me gustaría aconsejarte que seas tú mismo y que te muestres realmente como eres. Esta manera de actuar te ayudará a sentirte seguro, con confianza y así controlarás los nervios que suelen generarse en este tipo de situaciones. Nunca pierdas la oportunidad de asistir a una entrevista y de poner en práctica tus habilidades reflexionando posteriormente sobre posibles puntos de mejora. 

 

Rosario Jiménez Berlanga
Técnico de Selección 
ConTalento Recursos Humanos