Fortalezas y Debilidades

Hacer frente a preguntas difíciles de contestar en entrevistas de trabajo, suele convertirse en una situación de estrés y nerviosismo. Así, preguntas como ¿podrías decirme cuáles son los puntos fuertes y débiles de tu personalidad? son las que desajustan nuestra confianza dentro de la entrevista.  
 
En esta entrada vamos a ayudarte a que descubras tus habilidades y competencias para un mayor éxito en tus entrevistas de trabajo. Porque, ¿cómo explicamos que tenemos puntos débiles? ¿Y los fuertes? Para ello podremos que seguir los siguientes pasos:

  1. Autoconocimiento:

    Decía Alejandro Magno que “conocerse a uno mismo es la tarea más difícil porque pone en juego directamente nuestra racionalidad, pero también nuestros miedos y pasiones. Si uno consigue conocerse a fondo a sí mismo, sabrá comprender a los demás y la realidad que lo rodea”. 

    Es muy importante delimitar los puntos donde sobresalimos y destacamos, al mismo tiempo detectar por otro lado nuestras debilidades. Conocernos a nosotros mismos facilita esta detección de habilidades. Por esto mismo, este primer paso adquiere mucho significado para poder seguir con los demás. Si para detectar estos aspectos es necesario coger papel y bolígrafo, o acudir a tus familiares y amigos para que te den su punto de vista, no lo dudes, ¿quién mejor que nuestro círculo más cercano para decirnos la impresión que proyectamos hacia los demás? 

    Cuestiónate gustos y pasiones, el método de trabajo con el que mejor te identificas…; por otro lado qué intereses e inquietudes tienes como crecimiento personal, incluso plantéate tus valores y qué aspiraciones tienes en la vida. Responder a esas cuestiones harán que te conozcas un poco y mejor. 
     
  2. Descríbete:

    Anotar tantas fortalezas como debilidades crees que tengas se convertirá en la primera tarea a realizar (para muchos de nosotros suele funcionar más fácil así que a la inversa…¡hasta hoy!).

    A partir de ahí, será necesario reflejar aspectos personales para reforzarlas en tu discurso. En base a ello, los entrevistadores suelen hacer preguntas del tipo “¿Cuál suele ser tu rol dentro de los equipos? Cuéntame un caso en el que tuvieses que obtener un resultado en equipo y cómo se desarrolló” o “Cuéntame un conflicto complicado que hayas tenido a lo largo de tu vida profesional con un cliente y cómo lo resolviste”

    Dicho esto, a lo que las debilidades se refiere, siempre debemos enfocar dicha debilidad como un aspecto en el que ya nos encontramos trabajando. 

    Por ejemplo, “Soy una persona tímida pero actualmente me encuentro trabajando en equipo aportando mis ideas y opiniones en grupo”

    En definitiva, se trata de mostrar las debilidades como un proceso de cambio, descartando la denotación negativa que conlleva la palabra debilidad. 

     
  3. Exprésate:

    En la entrevista de trabajo tenemos que tener en cuenta que la impresión que damos es muy importante, sobre todo a la hora de expresarnos.

    De esta manera, cuando nos cuestionen las debilidades y fortalezas que poseemos, deberemos expresar las ideas claras y siempre de manera positiva.  

    En el ejemplo ofrecido con anterioridad, vemos que una debilidad se puede convertir en fortaleza cuando argumentamos a favor de este cambio o mejora. 

    Del mismo modo deberemos hacer con las demás debilidades que quieras sacar a la luz.

 

Una vez tenidos estos conocimientos, solo falta ponerlos a la práctica. 

¡El puesto es tuyo, ánimo a todos!

 

                                                                                              Mel Houch 
@Melhush
Técnico de Recursos Humanos