¿Es posible seguir trabajando mientras recibo tratamiento?

La respuesta a esta pregunta es diferente según el tipo de tratamiento que se recibe, el tipo de cáncer, el estado de salud en general, y un factor de gran importancia: el tipo de trabajo al que te dedicas.
 
Muchos pacientes deciden seguir trabajando durante el tratamiento, ya que pueden encontrar en la rutina diaria del trabajo una importante ayuda para mantener la sensación de equilibrio, no obstante, los efectos secundarios pueden hacer que sea difícil trabajar en algunos momentos. 

Esta es una decisión muy personal, pero que sería muy conveniente que la tratases tanto con tu médico como con tu jefe. Para ello, debes de tener en cuenta la forma en la que el tratamiento puede afectar en tu trabajo:

  • Es posible que tengas que coger días libres para el tratamiento. 
  • Existe la posibilidad de que aumente tu cansancio. 
  • En ocasiones, el dolor o el estrés pueden distraerte y que no encuentres tus capacidades a 100%.

Si finalmente decides seguir trabajando, es aconsejable que sigas estas recomendaciones en vista a planificar por adelantado todos aquellos aspectos de tu trabajo en los que el tratamiento puede influir:

Compañeros.

  • Plantéate hacer conocedores a tus compañeros de la enfermedad, ya que así, será más fácil continuar con el trabajo y darle normalidad a la situación, además de que muchos compañeros te ofrecerán su ayuda. 
     
  • Decide por adelantado la cantidad de información que deseas compartir con tus compañeros, la cantidad correcta depende de ti y de la cultura de la compañía.
     
  • Sé práctico cuando compartas la noticia: céntrate en los hechos fundamentales, tienes la enfermedad, estás recibiendo el tratamiento que necesitas y quieres seguir trabajando.


Jefe.

  • Antes de plantear a tu jefe la opción de seguir trabajando, es recomendable que te dirijas al Departamento de Recursos Humanos para que te informen  si ya ha habido casos anteriores en la empresa y cómo se gestionaron, ya que en muchas casos las empresas han desarrollado medidas para prevenir determinadas contingencias (embarazos y lactancia, bajas de cualquier otro tipo, personal con necesidades especiales…) como por ejemplo compensar las cargas de trabajo o permitirles trabajar desde casa.  
     
  • Te sugerimos que acudas a tu jefe con soluciones y sugerencias de cara a demostrar tu motivación y dedicación a la compañía, planteando alternativas tales como: 
     
    • Flexibilidad horaria. 
    • Teletrabajo. 
    • Cambiar funciones temporalmente: asumir un nuevo rol en la compañía que se ajuste a tu nueva situación.

Funciones.

  • Es imprescindible que planifiques tus funciones, y que cuentes tanto con el apoyo de tu jefe como con el de tus compañeros, por ello es de vital importancia la comunicación con ambas partes. A partir de ahora, habrá determinadas tareas que tendrás que delegar a compañeros o que tendrás que compartir con ellos. Tómate el tiempo necesario y establece claramente tus límites profesionales mientras estés recibiendo tratamiento y en el periodo de recuperación.
     
  • Desempeña tus tareas con las mismas habilidades y competencias por las que te contrataron, organización, planificación, atención al cliente, comunicación, etc; siguen estando en tí.
     
  • Organiza y planifica tu agenda de manera que cada mes tanto tu jefe como tus compañeros puedan saber los días que estarás ausente, los días que trabajarás desde casa, etc., de manera que se pueda organizar el trabajo teniendo en cuenta todos los factores influyentes.

 

Tratamiento.

  • Una vez que comiences el tratamiento, es importante que analices cómo te encuentras, ya que de ello dependerá en gran parte tu estado para desarrollar tu trabajo y las actuaciones que deberás llevar a cabo; una idea intentar programar los tratamientos al final de la semana para tener el fin de semana para recuperarte y descansar sin ningún tipo de presión ni estrés. 
     
  • Informa a tu jefe de tu programa de tratamientos y las fechas en las que no asistirás al trabajo con antelación suficiente. 
     
  • Pide ayuda a tu familia y amigos para que te ayuden con las tareas de casa, así tendrás más energía para el trabajo.

Se puede dar el caso de que a pesar de haber decidido seguir trabajando, tu tipo de cáncer, el tratamiento o sus efectos secundarios no te permitan hacerlo o sea demasiado complicado.  Si tu rendimiento se ve muy afectado y es demasiado difícil seguir trabajando, regálate el tiempo necesario hasta finalizar el tratamiento, para poderte reincorporar al trabajo en las mejores condiciones físicas y psicológicas. Aprovecha este periodo para poder mantenerte al día lo máximo que te sea posible e incluso estudiar posibilidades de formación (presencial u online) en aspectos que teníamos “aparcados” por el estrés del día a día: idiomas, informática… enfoca esta pausa como una oportunidad para seguir avanzando.
 

Carmen Luque
Técnico de Recursos Humanos en ConTalento