¿Y qué tal si planificamos la vuelta al trabajo?

Por fin ha llegado el día donde ves las primeras luces de tu reinserción laboral y esto sin duda es una gran noticia. Digamos que se marca un antes y un después y ya estamos preparados para pisar de nuevo la línea de salida y emprender una nueva etapa.
 

Llegados a este punto es necesario hacer unas cuantas reflexiones:

  • Hemos superado un proceso de selección o sencillamente nos reincorporamos a nuestro puesto anterior: en ambas situaciones tendremos que hablar con nuestro jefa/a para constatar que efectivamente estamos preparados para, a nuestro ritmo, continuar desarrollándonos como profesionales.  
     
  • ¿Y si cambiamos nuestra trayectoria anterior? es posible que ahora nos enfrentemos a un nuevo puesto de trabajo o que sencillamente ya no nos satisfaga desempeñar las mismas funciones que veníamos desarrollando. En cualquiera de los casos, tómate tu tiempo para meditar cual es la mejor opción para ti para hacerte más sencilla y motivadora la vuelta a la rutina. 
     
  • Puesta al día: después de haber estado fuera del ambiente laboral durante un tiempo es normal que nos sintamos algo perdidos, así que lo primero será asumir que efectivamente lo estamos. A partir de ese momento, este primer día no tiene por qué ser diferente a los anteriores “primeros días” a los que ya nos enfrentamos, por lo que sentirnos confiados y positivos será un buen comienzo. 
     
  • Planificación de horarios: Lo ideal, siempre y cuando sea compatible, será planificar la vuelta al trabajo de manera paulatina y progresiva. De esta forma podremos seguir compaginando nuestras obligaciones personales y profesionales, hasta que nuestra salud se encuentre totalmente recuperada. Otra opción, será valorar la opción del teletrabajo en el caso de que la empresa esté conforme con esa modalidad. 
     
  • Adaptación del puesto de trabajo: Como haríamos en cualquier primer día de trabajo, a nuestra llegada lo ideal es que nuestro área de trabajo sea lo más cómoda posible. Por ejemplo, que el mobiliario de trabajo sea ergonómico será un punto clave, así como comunicar con antelación a la empresa las adaptaciones al puesto de trabajo que podamos necesitar. 
     
  • Otro aspecto necesario será averiguar si en tu empresa han habido otros casos anteriores y cómo lo han gestionado o si incluso tienen algún programa formal donde tengan establecidas las pautas necesarias que se siguen para tener claros los pasos formales que marcan el regreso al trabajo.  
     
  • Busca aliados y apoyos que faciliten tu adaptación: Pide y acepta ayuda, ya que siempre tener un apoyo hace más fácil afrontar cualquier situación novedosa. Bien sean antiguos o nuevos compañeros, pide ayuda cuando sea necesario, sin olvidar que, al margen del bagaje que tengamos, todos necesitamos ayuda al reincorporarnos al mercado laboral. Otras opciones que podemos buscar para facilitarnos aún más nuestra adaptación podría ser participando en talleres o cursos de reciclaje para nuestra puesta a punto.  
     
  • Por último y no menos importante, creemos que también sería un plus tener en cuenta los siguientes recomendaciones
     
    • Toma los descansos necesarios, sobre todo al principio, esto te permitirá adaptar tu cuerpo a los nuevos ritmos que marca el trabajo. 
    • Siempre que puedas, hacer un kit kat para comer algo o dar un paseo al aire libre unos minutos, te recarga las pilas para afrontar el resto de la jornada laboral. 
       
    • Tómate tu tiempo para volver a coger el ritmo que habitualmente solías tener en tu día a día. Evitar la tensión y la presión seguro que te hacen más llevadera la vuelta a la rutina. 
       
    • Asume solamente el trabajo que verdaderamente puedas llevar a cabo. Eso te ahorrara sentirte frustrado/a. Realizar una lista de prioridades al inicio del día puede ayudarte.

  

Sara Caballero
Desarrollo de negocio en ConTalento RRHH