Profesionales del Departamento de Prevención y Promoción de la Salud de la AECC volvieron, en la matinal del miércoles 7 de junio, a trasladar el mensaje de los riesgos del consumo del tabaco a uno de sus institutos de Las Rozas de Madrid, el ‘Carmen Conde’, en donde un centenar y medio de alumnos, de primer curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), asistieron a la conferencia-taller impartida por el médico Santiago Méndez y el psicólogo Pedro Aguilar.

Divididos en dos aulas, con una hora y media por cada grupo, dos por cada profesional de la AECC, alternándose en sus intervenciones, antes y después del recreo, los especialistas quisieron enviar a los jóvenes del primer curso de Secundaria -de 12 y 13 años- sendos mensajes de prevención del consumo de tabaco.

El doctor Méndez les habló de la adicción; los aspectos estéticos, vinculados a los efectos negativos en los dientes -amarillos-, mal olor y mal aliento…; rendimiento negativo en el ámbito deportivo y en la recuperación física después del esfuerzo.

Se proyectó un vídeo explicativo acerca de dicha adicción y su acción sobre el sistema nervioso central, así como otro realizado por la AECC como resumen de los efectos del tabaco. “Hemos hecho hincapié en que no hay forma de consumo del tabaco segura. Lo más habitual en la población es no fumar”, señaló el ponente.

Méndez instó a que los alumnos a que se conviertan en agentes de salud y comenten lo que más les ha llamado la atención, como pudo ser la composición del humo del tabaco, las mejorías cuando se deja de fumar, que existe tratamiento para dejar de fumar…  Atendiendo, después, a varias preguntas sobre el fumador pasivo, los efectos del humo de segunda mano. “He tratado de dar la charla de manera interactiva, haciendo participar a todo el auditorio”, sentenció.

Por su parte, el psicólogo Pedro Aguilar se centró en promover un pensamiento crítico sobre el tabaco y sobre la presión grupal en la adolescencia, “que puede precipitar la prueba de la sustancia”. Estos primeros acercamientos al tabaco, a fumar, “se suelen hacer fuera del control y el consejo de padres y otros adultos relevantes para los adolescentes”; por lo tanto, “es fundamental promover la toma de conciencia de que es una decisión propia”, declara el especialista.

Aguilar manifiesta que este primer contacto con el tabaco “conlleva unas consecuencias que tendrán que afrontarse en primera persona”, y que puede implicar, al menos, “soportar una dependencia muy poderosa durante décadas de su vida”.

La intervención se enmarcó en un trabajo de “empoderamiento,” con el objeto de que el proceso de toma de decisiones, basado en la oferta de información objetiva y en el estímulo de “una actitud de competencia y responsabilidad, ante ese previsible momento en la vida de estos jóvenes”, apunta.

La intervención se apoyó en el visionado de algunas proyecciones, que desgranaban los fenómenos de presión grupal, sus consecuencias y el consejo para afrontarlos desde un pensamiento crítico, realista y ajustado a los procesos psicológicos propios de la edad de los asistentes.