Hace 6 años

Habéis hecho alguna vez puenting?  Alguien me puede ayudar a explicar lo que se siente? Intentaré hacerlo y veréis la correspondencia a mi “momento”. 

Un buen día, en mi caso tres, decides probarlo, o aceptas un “no hay ...”. Bueno, sea como fuera, te presentas con algo en la garganta que no te deja hablar, a la barandilla de un puente. Allí te encuentras unos tipos que no conoces de nada y que a simple vista ...no les confiarías ni la camisa  . Te repiten hasta la saciedad que no hay ningún riesgo, que esta todo “controlao”. Bueno, te tendrás que fiar. Te fías, y justo en ese momento te piden que firmes un montón de desistimientos de responsabilidad. Vale, lo entiendes... la función de hablar se limita a monosílabos y chascarrillos a lo loco.

Esos tipos se ponen a tus pies (literalmente), te empiezan a dar consejos de seguridad, pero sin parar de decir que todo está “controlao”. Te ponen un montón de elementos de seguridad. Te observas y ves a un pelele al que un montón de gente meten mano, atan, abrochan, tiran de cosas.... y no puedes hacer nada, solo dejar hacer.

Bien, todo eso, en mi símil, ya ha pasado. Verdad que no hace falta explicar las correspondencias?!. Bueno. Seguramente si. No me conocéis. Soy Santiago, 55 años y desde el pasado 5 de julio diagnosticado con un cancer de páncreas. Después de haberme sometido a quimio y radio. Después de mil pruebas. Mañana, dentro de nada, me someto a la definitiva. A la intervención quirúrgica.... 

Ahora estoy aquí. Firme, al pie de una barandilla, asegurado, con un montón de “profesionales” revisándolo todo. Pero al pie de una barandilla. ¿Os cuento lo que va a pasar ahora? Os cuento. 

Te tienes que subir a esa barandilla. Y os juro que es lo peor. La sensación de más miedo que he tenido nunca, si quitamos claro las situaciones que de verdad asustan en la vida, pero que no eliges. Una vez arriba, y cuando miras abajo, a lo que te espera, te importa un carajo lo que te han contado. Te dan igual las medidas de seguridad, pasas de los ánimos de tus amigos y de las “consolaciones” de los profesionales. El que está arriba eres tú. 

¿Miedo? ¿Preocupación? No, creo que no. Yo lo llamo vértigo. Sabes que hay que hacerlo. Estas preparado, y ... hay que hacerlo. 

El salto es ... alucinante. El subidón es enorme. Todo pasa rápido y lento a la vez. La sensación es de libertad. Se suceden ascensos y descensos. Tirones y balanceos. Cada minuto que pasa es más gratificante. Lo has conseguido. 

Te bajan. Te relajas. Te tienen que sujetar, las piernas te tiemblan. No entiendes lo que ha pasado. En unos minutos tus amigos te abrazan. En media hora estas tomando unas cervezas con tus colegas celebrándolo... se acabó. Una anécdota para contar a los amigos. O una anécdota para compararla con tu maldito cancer. 

Madrid. 17/4/18. Sentado al sol. Esperando.